viernes, 10 de abril de 2020

Existen otros infiernos.

En las celdas de hierro y hormigón
no hay más fuego, que el que arde
en nuestras insatisfacciones y en
la angustia vital que explota
dentro de nosotros.

Ya no sirven los infiernos que crearon
las religiones e indagan con un programa
muy elaborado, la forma de inculcarnos
en nuestras mentes el control
de nuestros miedos.
El miedo paraliza, seduciendo
nuestro razonamiento y rompiendo
la corteza cerebral, donde se alojaban
la lógica, el libre pensamiento y el anhelo
de libertad, cultivado durante siglos.

Ahora, anulando los sentimientos
con algoritmos, nos hacen odiar todo aquello
en lo que creímos, mezclando con
mentiras maquilladas, las pocas verdades
que aún sobreviven a su control.

Estamos confinados en unas cárceles,
( supuestamente voluntariamente ),
para protegernos de un virus creado
por ellos mismos, para traernos
un infierno al cual temer, porque se dan cuenta
del peligro que corre El Poder,
cuando el miedo es desterrado
de nuestras mentes.

Escrito en Abril 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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