en áridos terrenos, desolada,
alma sin corazón, por desterrada
por otro corazón, que ríe y miente.
Me siento traicionado por amar,
como ola que se eleva en la marea,
sufriendo en soledad ¡Qué nadie vea
mi lento padecer! ¡Qué vaya al mar!
Así, entre la penumbra de sus algas,
oculto el corazón...vaya muriendo,
mientras su palpitar se va perdiendo...
que entierre tu recuerdo y nunca salga.
Escrito en Mayo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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