martes, 12 de mayo de 2020

No me hablen de piedad.

No me hablen de piedad, si no han sentido
muy dentro de su ser, un sentimiento
que les sacuda un estremecimiento
de angustia, que detenga su latido.

No me hablen de piedad, pues sé con creces,
que juegan con la sangre de un herido
y venden el dolor del afligido,
para lucrarse de esto muchas veces.

No me hablen de piedad, con el engaño,
lavando sus mentiras descaradas,
en unas elecciones programadas,
para ascender de nuevo en otro escaño.

No me hablen de piedad, pues mientras llueve,
el pueblo queda expuesto al resfriado,
vosotros lo ignoráis ¡Ya habéis ganado!...
Sus males no os afectan, ni os conmueve.

Escrito en Mayo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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