lunes, 4 de mayo de 2020

Un ángel ha soplado sobre tus párpados.

Un ángel ha soplado sobre tus párpados
y te meces tranquila en un sueño celestial.
Hay bondad en tu rostro y plumas sedosas
en tus manos.

Amo la cadencia de tu voz, cuando susurras
al hablarme y llenas mi alma de dulce miel
con tu mirada.
Te amo con toda la corrección de la que
soy capaz, desde mi abismo entre las simas,
desde las que escapan mis suspiros.

Mi voz entrecortada es el balbuceo
de quien desea pronunciar la palabra Amor,
con una infantil timidez a ser descubierto
en la desnudez de su alma.
Las palabras se pierden entre los labios,
tal vez sean los besos más elocuentes,
al expresar en su dulce entrega,
el lenguaje de una mirada.

Los besos, atrevidos y promiscuos
en la carne blanda que queda entreabierta,
mostrando tu dientes de perla, entre valvas
de dulce fresa, que sellan los párpados
para sentirme más cerca del paraíso,
carnalmente vivo entre las ascuas
de mi espíritu que muere de amor y renace
como ave fénix de sus cenizas.

Escrito en Mayo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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