sábado, 23 de mayo de 2020

Tercera Edad.

Lunas derretidas, lágrimas de metal
y una incertidumbre con doble filo,
como una hoja marchita, caída del envés.

Los ojos, acuarelas del tiempo,
donde el pasado deja tintes grises.
Soñar, siempre soñar, pendientes
del hilo de la inconsciencia.

En el armario del alma,
algunas migas de amor,
de un corazón entregado.

Los recuerdos amarillean en la vitrina del salón
y los cabellos se tiñen de blanco
en las cumbres de la edad.

Escrito en Mayo 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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