domingo, 27 de diciembre de 2020

Te bajaré la Luna, hasta tus plantas.

Enciéndeme en la noche las estrellas 
y bajaré a tus plantas, esa luna,
tan bella como el nácar, que ninguna
joya ha de lucir jamás tan bella.


Acuéstate en el lecho, y si te llama
un ave, con su trino en la mañana,
será porque la aurora, aún temprana,
por celos quiere estar junto a tu cama.


Hay luz en tus pupilas y provoca
mis ganas de besarte en un abrazo,
sintiendo una hoguera en tu regazo,
si beso las orillas de tu boca.


Enciéndeme la noche en tu mirada,
con el ardor de un fuego apasionado 
¿No ves que ya me siento enamorado
y sueño con tu amor, junto a la almohada?.


¿No ves que ya he perdido mi latido,
porque mi corazón a ti te lo he entregado?
Me siento sin valor y desolado,
si no tengo tu amor comprometido.


Y vivo en la esperanza de sentirte
amante, como luna de mi anhelo,
ocupas su lugar y eres mi cielo,
de besos y de amor he de cubrirte.


Que no tendrás jamás temor, ni frío,
pues en mi corazón tendrás cobijo,
el beso de tu boca, lo bendijo
y siempre te amaré ¡cariño mío!.

Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







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