domingo, 13 de diciembre de 2020

Sólo te tienes a ti mismo.

¡Cuántos objetos se compran, para tapar
fracasos y desengaños!.
Para olvidar una pena, con una pequeña chispa de ilusión, tan fugaz, como efímera.


Porque nada es duradero, 
nada merece la pena, ni el esfuerzo 
de nuestra atención.
Somos pasajeros en un tiempo 
de vida breve y  no somos capaces 
de ser felices y hacer felices a los demás.


Somos incapaces de mantener el amor 
entre nuestras manos y hacer que esté
presente en nuestras vidas, evadiéndose
como agua que se escurre entre los dedos.


Llenamos la casa de objetos,
 para no sentirnos tan vacíos, 
ni tan decepcionados.
Para demostrarnos a nosotros mismos,
que al menos somos capaces 
de adquirir algo que los demás no tienen 
o no saben cómo conseguirlo.


Nos iremos como hemos venido, vacíos,
sin nada, desnudos de ropa y de amor.
Porque la vida es una recreación, 
colmada de mentiras ilusorias 
o globos que estallan con cada decepción.


Al final comprendes, que sólo te tienes 
a tí mismo y si eres consciente de ello...
¡Ya tienes algo, que muchos no tienen!.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario