sábado, 12 de diciembre de 2020

Estado de plena consciencia.

Súbitamente, todo cobra sentido, 
descubres el propósito de tu vida y el porqué 
no lograste todas las metas, 
que tu imaginación sin límites,
 llegó a comprender, viendo que los límites 
no son reales, pero si nos condicionan,
en la medida en que creemos 
en su existencia.


Supimos entonces, que a medida 
que vamos dejando atrás el camino,
solamente queda seguir y averiguar 
hasta dónde somos capaces de llegar.


Todo tiempo pasado fué un sueño de ayer,
para despertar hoy y soñar con un mañana 
inexistente.
Entonces comprendes, que la magia 
está en ti, pero el conejo huyó de la chistera 
y debes de crear otro juego, para sobrevivir 
o intentarlo, al menos.


Llega un momento en que la única meta,
es conseguir llegar al punto de partida.
Nada es real, tan sólo aquello que pueda 
afectar a nuestras vidas, en cuestiones 
emocionales o en la cuantía de experiencias 
que conformen el estatus de una realidad,
en la que te mueves...con mayor o menor
dificultad.


Comprendemos entonces, que lo aprendido 
no sirve absolutamente de nada, tan sólo 
para emitir un juicio que sea válido 
en nuestras vidas, mientras éstas 
se mantienen pendientes de un hilo,
cuyo grosor dependerá 
de nuestra consciencia.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”




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