domingo, 20 de diciembre de 2020

Atracción Fatal.

El contacto con su piel, era como resbalar
sebo sobre aceite hirviendo.
Deshacía todo atisbo de realidad 
y su narcótica presencia, producía 
una adicción tan peligrosa, que resultaba
imposible despertar del sueño, en el cual 
quedabas totalmente sumido.


No se podía concebir la razón, 
ya que se hallaba en poder del deseo,
que se desataba y hería 
las capas más profundas de la piel,
hasta llegar a la carne y sus apetitos.


Lo lascivo restaba aire para respirar 
y sólo se podía anhelar un último suspiro,
antes de morir entre sus brazos.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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