sábado, 5 de diciembre de 2020

¡Llorad! sin consuelo.

¡Llorad! Llorad la tierra despojada
y por el alimento arrebatado.
¡Llorad! Llorad, que habéis dejado 
vacía vuestra casa y desolada.


¡Llorad! Porque vendiste la inocencia 
también vuestro sudor, por pocos diezmos.
¡Llorad! Porque llegasteis al Averno,
por vuestra petulancia e indiferencia.


¡Llorad! Porque perdisteis la heredad,
pagada en sangre por vuestros ancestros,
vuestro delito es el de incesto,
habiendo traicionado a la hermandad.


¡Llorad! Pues entre el odio y egoísmo,
habréis de sepultar a vuestros hijos.
Alguien os lo anunció y así predijo,
que pronto caeríais al abismo.


¡Llorad! No fueron buenas las razones,
obviando, que el futuro, por seguro,
no os iba a resultar, tan fiero y duro,
contrario en otras opiniones.


¡Llorad! Que nada baja desde el cielo
que pueda remediar la situación,
si no tuvisteis antes corazón,
llorad eternamente en desconsuelo.


Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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