por la furia que sustenta
la violencia en la tormenta.
El viento llega arrasando
los campos, que cultivando,
dejó el sudor, cada día
el sentido labrador,
poniendo todo su amor
y apostando en la esperanza,
en la labor de labranza.
Mas, hoy perdió su cosecha,
la naturaleza en fecha
de un tiempo en fríos glaciares,
para colmo de pesares
alcanza la cumbre o cima
y con su furor, lastima.
Así ocurre en la torpeza,
si al olvidar, por la mano,
creemos el ser humano,
vencer la Naturaleza.
Lejos de amparo y abrigo,
nos dejamos sorprender
por su indómito poder,
para sufrir su castigo.
Si la armonía perdemos,
sin respeto a la Natura,
la vida será más dura
y así, lo lamentaremos.
Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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