pues nada he de obtener, de lo que he dado,
por eso, ya me encuentro muy cansado,
de poco me ha servido, o tal vez nada.
Observo su obviedad, porque es bobada,
pensar que todo aquello que he sembrado,
me han de ayudar, habiendo madurado,
si no hay la voluntad, o está quebrada.
Te tratan como amigo o como hermano,
si la ocasión va bien y favorece,
mas, tu requerimiento les escuece
y apartan con desdén, tu franca mano.
No entienden la grandeza que es aunar
esfuerzos y los sueños compartidos,
porque nunca antes, vieron comprometidos
los proyectos que pensaron realizar.
Se acostumbran muy mal, siendo ayudados,
mas, nunca se les vieron ayudando,
el tiempo se diluye y va pasando,
sus bríos los mantienen anudados.
Por fin, uno se entrega al abandono,
negando toda ayuda, a quien lo pida,
cansado, no extraño que decida,
que ya no aguanto más y no perdono.
Escrito en Diciembre 2020 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario