Advertirás así, que el crepúsculo muere en tus ojos
y la noche, está hecha de caricias,
calladamente discretas.
Que la Luna es la muerte del Sol, por amor
y que el ébano es la ausencia del nácar del día.
Hay estrellas de lágrimas secas
y desiertos de piel añeja.
Alguien durmió en mi cama y dejó su aroma,
que no su presencia.
Bebemos los momentos, sin limpiar la luz,
que alumbra nuestro camino.
Escrito en Noviembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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