sábado, 12 de noviembre de 2016

Tierra árida

Azul sin peso, sobre un pesado gris,
altos penachos o cimas,
coronas al cielo, hirientes destellos,
sobre los cabellos del alba.

Es tardía la brisa, que llega cálida,
nacida de una boca ardiente,
gestada, sin duda, en una hamaca
de verdes tonalidades y ocres maduros.

No es lluvia lo que emana,
sino el grano diminuto,
aventado por el soplo que besa la tierra
y arranca de su escasa atención,
el tesoro que se desprende,
después de la época de lluvias .

Pero no es tiempo ahora de humedades,
de útero  terrenal o engendro,
en gotas de agua,
Ninguna sed es suficiente,
ante tanta aridez.

Escrito en Noviembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".


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