sábado, 5 de noviembre de 2016

Sombras en la mente

Se cierran las puertas de la luz y la verdad,
la niebla es fría y densa,
como un presagio de muerte,
que se acuña en la oscura piedra
y se graba en las lápidas,
todos los nombres escritos con lágrimas.

Los árboles, desnudos
y azotados por el viento,
abren sus cavidades de tronco seco
y sus ramas, son dedos famélicos,
que buscan una respuesta
en las tormentosas nubes.

Gris de cieno y polvo de tristeza esparcida,
sobre una vida en suspensión.
La tela de araña, viste de jeroglíficos,
una fe resuelta, pero anclada
en la duda.

Huele de forma extraña, la niebla,
que desciende hasta los pantanos
y un fuego fatuo, ilumina la levedad suspendida,
de una llama de ilusión,
que antes fuera brillo de sol engreído
o clandestina luz de luna,
al amparo de una timidez oculta,
en la hojarasca de los pasos,
que no lograron separar su peciolo,
de las angustias del silencio.

Escrito en Noviembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".


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