a las ciudades en ruinas,
ni una pared sin esquinas,
expuesta a los cuatro vientos.
Si se anticipa un evento,
que causa su destrucción,
es el motivo y razón,
que acuñan el sufrimiento.
No vence al hambre la guerra,
ni la ayuda humanitaria,
cuando la ayuda es precaria,
por esos hijos de perra.
Que tan sólo en su ambición,
basan bélicas acciones,
les importan tres cojones,
mermar a una población.
Sonrisas de escaparate,
acuerdos que acaban rotos,
quieren " vendernos la moto"
de su insano disparate.
Luego ponen los anuncios,
todas las televisiones,
para tocar corazones,
tras de su claro renuncio.
A frenar esa violencia,
en que su negocio crece,
mientras la gente perece,
sin ilusión, ni conciencia.
Piden colaboración,
tocan tu lado más tierno,
mientras se ríe el gobierno,
ajeno en toda esta acción.
¡Gobiernos sin alma tierna!
¡Oscuros buitres del mal!.
Mináis la tierra y su sal,
lo pasáis por la entrepierna.
Hay razones por su peso,
que en la humanidad se aplica:
La piedra al agua salpica
y nadie se salva de eso.
Escrito en Noviembre 2016 por Eduardo Luis Diaz Expósito."Zuhaitz".
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