emociones, que confluyen,
como caudales que intuyen,
el encuentro de los ríos.
Anciano el tiempo, aconseja,
la prudencia de la edad,
por fin dicha y heredad,
se devanan en madejas.
El fuego, en una intención
de prolongar la existencia,
sobreponiendo a la ciencia,
instintos del corazón.
Escrito en Noviembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario