lunes, 26 de agosto de 2019

El aire cálido 

El aire muerde con aspaviento
las comarcas vacías de la intemperie
y viene a alterar su calma en serie
con el ascua del atrevimiento.

Nada se alberga, si  no hay espacio,
donde escondiendo nuestro criterio
demos por hecho que se resuelve
entre las capas en que se envuelve
en este declarado prefacio
que ha de decidir su nuevo imperio.

Increpa de nuevo su constancia
al hueco que queda en los abismos,
con la certidumbre en sus guarismos,
donde el agua y viento son distancia.

Rancio será el aire en el verano,
calmo se resuelve en el otoño,
madura la vid en su retoño
y así la cosecha no es en vano.

El aire circula en nuestra era,
el trigo en la espiga ha madurado,
el tiempo es de nuevo compensado
en fiel recompensa por la espera.

El aire circula en un ovillo,
se enreda al cambiar su compostura,
inquieto al lograr su travesura
y quema su cálido rodillo.

Un soplo del aire te rodea,
te envuelve, circunda y arrebata,
su forma invisible, lo delata
por tiempo y labor, sin que lo veas.

Escrito en Agosto 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".






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