miércoles, 21 de agosto de 2019

Por si no vuelvo a encontrarte, ni a encontrarme 

El aire apretado sobre el pecho,
la respiración contenida un instante,
como queriendo retener un suspiro
o una imagen bella, por temor a que escape
de nuestras retinas.

Fue la eternidad de un segundo, que se estiró
como el hilo de una madeja devanada
en la existencia.
Fue esa sorpresiva apariencia, que da color
a lo que vivimos y rescatamos
de la neblina gris de los aciagos días.
Quise guardar el momento en lo más profundo
de mi ser, por si mañana no encuentro
mi imagen reflejada en un espejo
o por si dejo de escuchar tu voz y el eco
no me devuelve cada una de mis preguntas.

Navegamos entre los desfiladeros de la razón,
sin saber lo que nos aguarda en la otra orilla,
o si cada instante fuera una pérdida
hacia lo remotamente lejano a nuestras
furtivas esperanzas.
Nadie escapa a un destino final,
tan esperado, como impredecible
y cada vez que pensamos en ello,
volvemos de nuevo al punto de partida.

Escrito en Agosto 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario