de las personas que las transitan.
El poema puro de agua cristalina,
la verdad en toda su transparencia.
La sangre como impulso de un latido de vida,
no como ofrenda mortal de las guerras inútiles.
Reivindico el abrazo como terapia
y medio de comunicación
de todas las expresiones de amor posibles.
Contemplo las manos vacías, al punto
de llenarse de gratitud al estrechar
otras manos y veo la claridad sin brumas,
en la sinceridad de una mirada en paz.
La ternura es hierba fresca,
que debemos regar con emotivas lágrimas
de alegría y volver a recibir un rayo de sol,
acariciando nuestros rostros, mientras la brisa
desordena nuestros cabellos
con travesura infantil.
Escrito en Agosto 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".
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