viernes, 30 de agosto de 2019

El llanto que estremece la tierra 

La piel de la tierra se abatana y estremece
ante la agresión del fuego. Su alma se agita
y desarrolla una telúrica emoción que vibra,
sacudida tal vez, en ese llanto interno
que sólo los árboles conocen,
al sentir en sus raíces el dolor que se forma
en cada estrato de su terrosa epidermis.

La piel de la tierra, abierta, escarificada
con uña de hierro, receptora piel de semillas
sobre su vientre redondo y cálido,
que sostiene la amplitud del mar,
lágrima inmensa derramada desde los cielos,
por un dios quejoso de su eternidad,
cuando sus ojos se llenan con las espinas
de la nostalgia y trata de volver a su sepultura
o al seno que lo parió a esta vida inexacta,
que se mueve dentro  de un reloj de arena,
que nunca acaba su ciclo de existencia.

Escrito en Agosto 2019 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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