amplio tu corazón en la sonrisa,
con la luz en tu pelo y con la brisa
que acaricie tu rostro y tu semblante.
Así te quiero ver, feliz, dichosa,
sin la preocupación merodeando,
que el tiempo no lo advierta, al ir pasando
y muestres los colores de una rosa.
Así te quiero ver, y mientras duerma,
que la felicidad se instale entre tus sueños,
si anida como un huésped hogareño
que sea una virtud que nunca enferma.
Escrito en Mayo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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