viernes, 26 de mayo de 2023

Demacrada.

Demacrada. 
Con la lividez de un hueso 
desnudo de carne y una tintura 
violácea oscura, rodeando el contorno 
de sus ojos.


Dientes de pobre oficio y una delgadez extrema, en la que  las venas se veían,
surcando su cuerpo bajo su piel, 
como tristes ríos de un azul melancólico.


Demacrada. 
Su cuerpo era un suspiro inacabado 
y su mirada, una tenue luz traslúcida,
que agonizaba en sus ojos.


La vida huía despavorida, no sé
si por voluntad propia o presa del terror,
ante esta espectral visión.


Demacrada.
Un viento nocturno se la llevó en brazos,
dejando aromas de incienso y gasas negras,
rasgadas por una estrella o una uña feroz,
que se hundió en ese limitado lapsus de vida,
que inútilmente la cortejaba sin éxito.

Escrito en Mayo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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