se abre, no sin un chirriar de goznes,
en la natural desconfianza, porque la verdad
está oculta bajo siete velos.
1º Velo: La Sinceridad perdida, disfraza su autenticidad,
con una capa de cera, para no descubrir
su desnudez, al parecer… impúdica
a los ojos excesivamente castos e
hipócritamente temerosos.
2º Velo: La ética, que solidifica toda intención
de ternura, y en su ausencia, semeja
una firmeza, cuando la corrupción
va pudriendo por dentro el alma,
bajo una falsa apariencia.
3º Velo: La razón extraviada, que trata de imponer
una idea, sin respetar otras ideas,
que pudieran construir sobre nuestro criterio,
un sólido fundamento, con distintas visiones
de una misma realidad.
4º Velo: El entendimiento confuso, que desemboca
en un caos, ante una duda razonable,
a la espera de esa luz que ilumine
nuestro camino.
5º Velo: El amor, que muere cuando
se sustituye por los intereses y atrae
las más mórbidas intenciones, sin caer
en la cuenta, del destrozo que causa
en la inocencia y la candidez del alma.
6º Velo: La empatía, que se pierde e impide
el giro necesario, para situarnos en el lugar
de otra persona, para saber o adivinar,
todo aquello que siente y pasa por su mente.
7º Velo: El sentimiento apagado,
ante la cerrazón
de saber, que lo que sentimos nos identifica
como seres humanos, con un corazón
que se halla junto a otros, en la misma
línea de vida.
Escrito en Mayo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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