bailan estrellas, copos de avena,
simulaciones de nuevas danzas,
sobre la arena, caen como lanzas,
hienden la herida de negra pena.
Aguas, vertientes que van fluyendo,
cálido el día que está naciendo,
sacude el sueño, leve y nocturno,
sobre ese ojo, que taciturno,
durante el día, pasa leyendo.
Granos de arena, tiempo remiso,
que se va hundiendo, cuando es preciso
y al horizonte, cubre en los cielos
con grandes nubes en sus anhelos,
sin una nota de previo aviso.
Y cuando llueve la playa moja,
así por dama, la arena escoja,
entre las aguas de los cantares
de fina lluvia o entre los mares,
que en su bravura a ella se arroja.
Escrito en Mayo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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