viernes, 4 de agosto de 2017

De profundis

La profundidad del mar apenas siente
la sinuosa estela, que dejan los barcos 
en su superficie.

Apenas rayan un breve espacio 
en un resumen de tiempo, que deshace
esa imprecisa constancia, cuando hay
todo un misterio por descubrir.

Las palabras fluyen despacio,
desde las profundidades
 del pensamiento, dejando estelas,
que alguien podrá recoger, antes de que
el silencio las sepulte 
en un vago recuerdo o en una inmortal
cita.

Se producen algunos nudos y enredos
en las intersecciones de varios destinos
o afluentes de vida, antes de llegar 
a su término en la mar.

Hago garabatos en la memoria 
y trato de conciliar el sueño,
pero una sobrecogedora inquietud 
me roba los instantes que deseo compartir y el insomnio se apodera 
de mi razón y me dicta todas las voces,
desde las profundidades 
de todos los abismos.

Emerjo, crezco a pesar de los silencios 
que nadie nombra, por estar aún 
sumidos en un prolongado letargo 
de horas muertas.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis  Díaz Expósito."zuhaitz".



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