jueves, 10 de agosto de 2017

Nacidos de las aguas

Todo lo que he amado, es golpeado
por una aldaba y se desvanece 
su forma, transformándose 
en algo más sutil.

Se pierde la noción del tiempo 
y las imágenes se desfiguran
en mi memoria.
Tan sólo la hierba fresca, bajo mis pies,
me recuerda mi conexión con la realidad 
y la tierra.

Abro mi mente hacia los enconados 
rincones de la fantasía y trato de cepillar
con mi constancia, el óxido de una rutina 
que nos pesa y nos sofoca.

No se deben ahogar las penas,
ni podemos ahogarnos en el dolor,
nacimos en un líquido amniótico,
semejante al mar y ...
¡Logramos sobrevivir!.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis
Díaz Expósito."zuhaitz".



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