viernes, 11 de agosto de 2017

Un momento perfecto junto a ti.

Sobre dos bellas columnas se eleva
el monumento de tu cuerpo,
hacia la curvatura de tus caderas,
ante el asombro y admiración 
de mis ojos, que en silencio te adoran.

Tus caderas imprimen un ritmo suave
y sensual a la perfección de tus nalgas,
que se agitan como olas, 
ante la tempestad que se origina 
en el mar de mis emociones.

Se entrecortan mis suspiros, cuando
mis ojos ascienden hacia la cordillera
de tus senos de nieve,
 con cima de negro basalto 
o zafiro oscuro, que raya el cielo
que soñé a tu lado.

Veo nacer el sol en el horizonte 
de tus labios y sueño
con quemarme en su fuego
y ascender como humo fugaz
hacia tus ojos, coronando tu frente,
abrazándote como un sueño de espuma,
que se desvanece cuando te aprieto
contra mi pecho, intentando inútilmente 
retenerte.

Tan sólo mi corazón y mi memoria 
guardarán ese momento tan efímero
y perfecto.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis
Díaz Expósito."zuhaitz".


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