sábado, 5 de agosto de 2017

Lo que muestra toda evidencia

No quedan ya recursos 
para esconder la evidencia 
de cuanto perdemos en los caminos.
  
El aceite con el que encendimos 
las lámparas, se fué derramando
y la sal con que curtimos nuestras pieles
y nuestro carácter, se fué desprendiendo,
como una costra en una herida,
ya curada.

En la palma de la mano, la espuma 
se diluye y hay cortes transversales 
en las mondas de la conciencia.

Nuestros ojos vuelan alto
y en los bastones de mando, han nacido 
brotes nuevos, sin la servidumbre al uso,
que limite los márgenes de la razón 
y el entendimiento.

Un nuevo aire, entra con su frescura 
por la ventana y los muebles protestan,
porque se lleva el polvo adquirido
con la parsimonia de un tiempo vencido.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

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