jueves, 31 de agosto de 2017

No volveré nunca la vista atrás

Cuando caigan las hojas muertas
y las nieves se hagan perennes
en nuestras sienes.

Cuando ya no quede nada por hacer
y nuestros ojos se enturbien 
y marchiten.  

Cuando se detenga el tiempo 
y en reposo, los recuerdos
comiencen a pesar más que 
las realidades cotidianas y sepamos
reconocer tanto, 
nuestros escasos aciertos, como
nuestros numerosos errores...
 
Tal vez entonces, te acuerdes de mí.
Acaso tú, derrames una lágrima 
y yo me iré perdiendo poco a poco,
con la misma tristeza que en nuestra
despedida.

Abrazaré la muerte, sabiendo al menos,
que ella no me dejará, me amará
y no sentiré ninguna traición más.

Tanto amor se malgastó, que ya
ni siquiera podré volver la vista atrás 
con nostalgia.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

No hay comentarios:

Publicar un comentario