lunes, 14 de agosto de 2017

Una rama que el viento mueve.

Se puede matar sin balas, sin sangre...
Cuando te acribillan a besos y luego 
te niegan la entrada al paraíso.

Se puede morir en vida...por amor,
cuando falta el amor y su ausencia 
se hace insoportable.

Podemos subir al cielo 
en un acto de amor o entrega,
soñar imposibles y tocar la luna 
con la yema de los dedos.

Podemos ser Dios un momento,
hasta que el diablo maneja
nuestros deseos 
y nos hace sus esclavos.

En la quietud de la pausa nocturna,
se observan los movimientos lentos 
de las piedras y la sensualidad 
de las hojas movidas por el viento.

Medito sobre todas las cosas
 que suceden y están por suceder.

Siento que soy una rama 
que se balancea en los arrecifes 
de un mar de inquietudes,
en una península llamada VIDA.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


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