viernes, 25 de agosto de 2017

OM ( sonido de la creación )

Acertar es difícil, 
nada se puede asegurar,
cuando todo se agita 
entre corrientes cotidianas
y mareas, que van 
del creciente plenilunio a la merma 
del agua y el ánimo latente,
en un flujo que oscila,
entre las voces del día 
y el murmullo silenciado de la noche.

Un diapasón lejano, de solares ritmos 
y crecientes olas magnéticas,
ofrecen un sonido puro,
que el alma recoge y hace vibrar 
en su interior.

El cristal de la pureza prístina del alma,
alcanza al carbono que arde en el cuerpo 
y purifica su estructura diamantina.

Nada queda al descubierto,
 salvo la música contenida 
en toda expresión amorosa
y crecer es elevar la nota vibrante
de nuestro espíritu, para alcanzar
la melodía perfecta que originó
nuestro nacimiento y perpetuidad 
en el Cosmos.

Escrito en Agosto 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".


No hay comentarios:

Publicar un comentario