al desarrollarse crece,
pero nada prevalece,
pues se envejece u oxida.
Todo lo manifestado,
no puede escapar o huir
y es importante seguir,
pues su tiempo está contado.
En ese breve transcurso,
a través del recorrido,
el tiempo que se ha asumido
se debe de asimilar,
como un río, que a la mar
termina al fin en su curso.
Puede resultar muy dura
la navegación que lleva,
pero la vida conlleva
un riesgo en su singladura.
Nadie sabe del destino,
pues no ha sido revelado,
el tiempo que ha disfrutado
queda al borde del camino.
Aquello que siente y ves,
no tiene vuelta o retorno,
ni florituras, ni adorno,
pues si has sufrido un envés
gira y jamás se detiene
y se va, al igual que viene.
Aprovecha ese latido,
mientras la vida transcurre,
pues nadie vive y se aburre,
en ese tiempo elegido.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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