que brota del corazón,
suicidio del pensamiento,
cuando la voz es lamento.
La voz es la intensidad
del grito de la verdad,
es la medida y calibre
de quien se sabe qué es libre
y en la cruda realidad
lucha por su libertad.
La voz no conoce rejas,
cuando pronuncia sus quejas
y va limando barrotes,
aunque apenas, tú lo notes.
La voz es a ti debida,
como un caudal que, la vida
desborda en agudo grito
y es algo que necesito.
Voz que incendia las razones
de todos los corazones,
que buscan interpretar
la forma de caminar
en esta breve andadura,
que a veces, la vida es dura.
Voz que, unida en otras voces,
produce en su gran estruendo,
ese clamor, que yo entiendo
entre vivencias atroces.
Voz, por mi voz sentida,
voz que proyecta un anhelo,
que expandiéndose hacia el cielo
es un legado de vida.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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