con mis ojos escurriéndose entre sus cuencas.
He abierto un envase lleno de esperanzas,
sobre las migas esparcidas de tus desilusiones
y he vuelto a verte esbozando una sonrisa
al borde de tus labios.
Beso tu frente y te nombro, porque tu nombre
es un símbolo que deseo que sientas en ti,
como una palpable realidad.
Llevo sobre mí, una clara intención de resucitar
la alegría, que antes fuera tu sello de identidad,
para que cada día amanezca, compitiendo
su claridad con el brillo de tu sonrisa.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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