sábado, 19 de octubre de 2024

Sueños sonámbulos.

Noche sola, apagada en la luz inicial que,
evoca claridades de expectantes brillos.
Nacarada insinuación de floreciente luna.


Luna de leche sobre el espejo plateado 
del agua.
Un suspiro se cierne sobre la boca inerme,
que besa el labio desgranado en la tibia 
rotundidad del rojo rubí o la sangre toda 
de un sol que, yace dormido entre sus sombras.


Noche sola, ante el bastón que mide
la inconsciencia del sueño.
Se detiene el cielo ante mis ojos, en la fiebre 
de sus agujas.


En el candor de noctámbulos pasos
hacia la aurora, una prístina madeja 
de aire cálido, exhala un último aliento 
sobre un mantel de nubes deshilachadas.


Brillos, sin duda acharolados en logros
perpetuos, de manos invisibles.
Duermen las voluntades y descansan 
las ansias de profundas miradas 
en las pupilas adolescentes.


Hay un rumor de besos de agua, sobre
el incienso incinerado de una niebla latente.
Un presentimiento de algas se mece sobre
las copas de los cipreses y se siente crecer 
en la penumbra, un vago recuerdo, 
deshecho en briznas de ardientes sueños.

Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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