al suelo me precipito
y ahora que te necesito,
me ignoras y no lo notas.
No ves que se abre la herida
y me exiges que, al volar,
cruce por ti el ancho mar,
aunque me cueste la vida.
No entiendo esa actitud,
si sabes lo que me cuesta,
asumir esa propuesta,
en base a tu ingratitud.
Ya me cansé de esperar
una actitud positiva,
así que, lee esta misiva,
tal vez te pueda ilustrar.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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