no llama mi atención, ni me entretengo,
mantengo una lucha encarnizada,
pues nada queda ajeno a tu mirada.
Quien mira y esa imagen la conserva,
sabrá que todo surge y se equilibra,
no sirve conceder, ni media libra,
si queda una tristeza en tu reserva.
Pues sólo se concede vida plena,
a quien tiende su mano a la verdad
y juega con la posibilidad,
de hallar la libertad sin su condena.
Condena así su vida, si ha rendido
su esfuerzo al contemplar, que es imposible,
aquello que se muestra presumible
de ser ante su mano, conseguido.
Así ante el temor, se manifiesta
la duda que decide un retroceso,
la vida no detiene su proceso
si no has elaborado tu propuesta.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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