lo que siempre imaginé y ahora contemplo,
descubriendo que, mi cuerpo es un gran templo,
que, impregnado en mi emoción, la dignifica.
Dignifica mi sentir y es el motivo,
porque todo se trasforma en emoción
e intervienen mente clara y corazón
celebrando cada instante de estar vivo.
Esto es algo que destaca en la consciencia
disfrutando a través de los sentidos,
los colores por la vista y los sonidos
que percibo por mi afán, en su excelencia.
Sólo a veces, la razón también conquista,
mas, no sirve, si carente de consciencia,
no se tiene precaución y la prudencia,
de acercarse al observar la mejor vista.
Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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