y los cabellos sedosos
en movimientos hermosos,
con piruetas muy extrañas.
Su susurro es el sonido,
que se adormece en el alma
y que se recoge en calma
suavemente en el oído.
Viento calmado y sin prisa,
que acaricia los sentidos,
murmullos, breves sonidos,
caricias de dulce brisa.
Una voz en la ternura
de un momento que se enreda
y en tus cabellos se queda
sin prisa, mas con premura.
Una voz antigua y vieja
que impregna con su cadencia
un clamor en la inocencia
y al aire lanza su queja.
Una constancia que erguida,
deja un recuerdo muy leve,
que se acompasa, si llueve
como lágrimas de vida.
Viento, brisa, que soplando
sobre el polvo del camino,
borra huellas de un destino,
que al tiempo nos va alcanzando.
Escrito en Enero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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