viernes, 12 de enero de 2024

En el fluir de la vida.

Nada existe, si se estanca y no se mueve,
porque debe aparecer una intención,
el principio es acción y reacción,
como  el agua descendida, cuando llueve.


Agua pura, que disuelve el sedimento 
de la tierra, que al final es arrastrada
y se siente por su inercia trasladada,
por la firme decisión de un nuevo intento.


Es la inercia, señalada en el momento,
la que induce a generar un movimiento,
destacando desde todo atrevimiento,
la emoción que por su ánimo, presiento.


Es la inercia, con su lógica y su fuerza,
la que vence la quietud estoicamente,
va fluyendo sin cesar, la misma fuente,
que en el cauce, con su paso se refuerza.


La calma no desayuna, ni almuerza,
se muere lo que es detenido,
fluye la vida, al latido,
con el poder que se ejerza.


Escrito en Enero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario