acaso es luz que nos ciega
y en la oscuridad difusa,
la claridad es confusa,
por el destello inminente,
que un sólo rayo incidente
hiere al ojo que ha observado.
Su belleza causa enojo,
porque hiere tanto al ojo
que su visión se ha eclipsado.
No existe mayor sentencia,
que quien en oscuridades mora,
la luz que contempla ahora,
le duele por su imprudencia.
Pues a la luz, no acomoda
esa visión limitada,
que en la penumbra es vetada
y sin duda, le incomoda.
Ocurre, que podrá ver,
quien posa gradualmente
sus ojos muy lentamente,
sin miedo a retroceder.
Mas, quien en la sombra habita,
la luz hiere su pupila
y un leve fulgor perfila
esa luz que tanto evita.
Escrito en Enero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario