jueves, 4 de enero de 2024

Vientos de Cambio.

Sobre la grupa del viento,
viento amargo vuela lejos,
lleva los temores viejos,
hacia un valle ceniciento,
que se olvidó en el pasado
y permite que la brisa
nos devuelva la sonrisa,
que otro mal viento ha llevado.


Como el surco de un arado,
la vida marca un sendero 
y hay que preparar primero
aquello que hayas soñado.
Guardarlo en el corazón, 
muy dentro y desde el pecho,
defender nuestro derecho 
de sentir una emoción.


Viento alegre, tibio esbozo 
de una palabra al oído,
yo siento que se ha perdido 
nuestra ilusión en un pozo.
Gozo es el suave sonido 
de un beso, porque estallando,
el vacío va inundando,
en un cielo prometido.


Todo ha de ser un motivo 
del viento, en su ligereza,
para agitar la belleza,
como se agita un olivo
de verde y clara aceituna,
porque el viento, por fortuna,
extiende, dando por hecha 
el fruto de su cosecha,
bien hallado y bendecido 
sobre un campo agradecido.


Vientos de cambio y del sueño
que apuntala la creencia,
de trasformar nuestra edad,
a un tiempo, en la afinidad 
que retome la inocencia
como primordial empeño.


Vientos de cambio, sin duda,
para crear de la nada,
toda estructura soñada 
en esta tierra desnuda.


Un simple grano de arena,
mantiene por la ilusión 
la más firme construcción,
porque así se ha concebido,
desde un único latido 
en nuestra memoria plena.


Vientos de cambio, se auguran,
soplando en nuestros hogares,
es tiempo de despertares,
cada sueño que es cumplido,
se acompasa en un latido
y nuestras voces perduran.


Escrito en Enero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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