que deja la clara luna,
sobre la oscura laguna
se muestra como un espejo.
Dirán que nada es verdad
lo que en ella se refleja,
sólo es la dulce queja
de su triste realidad.
Allá en el cielo distante,
siente que su soledad
es angustiosa en verdad
y va hiriendo su semblante.
Se extiende como una lengua
que va lamiendo ese cielo,
producto del desconsuelo,
mientras siente que se mengua.
Retorna por occidente,
plena, radiante y sencilla
y ahora es cuando más brilla,
en ese cuarto creciente.
Recupera su virtud,
cuando sintiéndose plena,
la luna luce diadema
en su total plenitud.
Escrito en Enero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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