domingo, 7 de enero de 2024

En una tangente cercanía amorosa.

Tu mano, tu delicada mano ahuyenta
el silencio que sella mi boca.
Mano lívida y fría, que tiene el color 
y el aroma de una rosa blanca, entre gélidas 
gotas de rocío.


Tus labios trémulos se posan sobre mis labios 
vencidos y una sacudida o temblor,
se agita en mi interior.
Vibro como las cuerdas de un violín,
pulsadas por una mano experta 
y en mis!oídos, suena la música celestial 
de un susurro, que va apagando las velas 
y encendiendo mi ánimo.


Sujeto el tiempo al cogerte de tus caderas 
y me aproximo a tu cuerpo, esta vez ardiente 
y severamente incendiado por el roce sutil 
de nuestras pieles.
Nuestros poros destilan el perlado sudor 
de una combustión amorosa, que se origina 
en nuestras almas.


Hacia el cielo, emerge el vapor 
de nuestros alientos, formando nubes 
que emocionadas, lloran de alegría
al observar la magia de nuestro encuentro
en una tangente cercanía.


Escrito en Enero 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




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