sobre un párpado viscoso,
todo aquello que es hermoso,
se ve de manera extraña.
Su figura es deformada,
porque esta nueva visión,
no nace del corazón
y tampoco es deseada.
No se puede disfrutar,
si no ha alcanzado su meta,
lleva puesta una etiqueta,
se piensa identificar.
Ha perdido su prestancia,
su brillo y su candidez,
porque tan sólo una vez,
se le otorgó su importancia.
Tan sólo una apreciación
que de nuestra mente huye,
a la vez, que se diluye
el gozo en la sensación.
En nuestro interior, marchita,
la belleza de ese instante,
busca tu atención constante,
cuando más se necesita.
La belleza surge ahora
y se debe disfrutar,
no la dejes marchitar,
por tu olvido en la demora.
Escrito en Julio 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

No hay comentarios:
Publicar un comentario