grandes construcciones, monumentos.
Las piedras mueren sepultadas, para crear
los cimientos de tu casa.
Tu casa, tu hogar, ese lugar en donde creces,
como un árbol que asciende, buscando
su espacio en los cielos.
Las piedras callan lo que saben de otros
tiempos pasados, guardan su memoria
y callan.
Si las piedras hablaran,
los hombres temblarían.
¡Qué fácil es mantenerse en la abstracción
y el olvido!
Las piedras vieron levantarse grandes imperios,
antes de caer abatidas por la furia
de las guerras.
Las piedras son testigos del fin de los días,
de muchas personas, y sobre su dura piel
de granito, grabaron sus nombres en sus
epitafios.
Alguien arroja piedras muy lejos y cree
que no volverán a declarar un sentimiento
de culpa, pero las piedras hablan a veces,
cuando la voz se convierte en eco,
en la oscura morada de una gruta.
Repiten la voz emitida, como esa conciencia
que se resiste a desaparecer de nuestras
memorias.
En los recuerdos se originan ondas,
como si una piedra cayera dentro del estanque
de todas nuestras emociones.
Escrito en Julio 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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