domingo, 6 de julio de 2025

La incertidumbre de un mañana venidero.

Un borde suave, un labio infinito, horizonte
sin niebla franqueando distancias.
Debajo, un mar de ausencias, un vacío total 
en islas solitarias y esa presencia inocua que,
hacia los ojos vuela.


Un alado propósito que, como un anhelo,
se enreda en los corazones y un remiendo más que apuntar,  
a las labores de un calendario,
cuyas hojas sufren la alopecia de un tiempo,
a merced de su inestabilidad.


No nos dimos cuenta y fuimos dejando cabellos,
en cada rincón que recorrimos.
Pensábamos en plural y olvidamos, que sólo 
era un acopio de muchas singularidades.


Enfermos y aquejados de nostalgias
durante el presente, nos fuimos diluyendo 
sobre el horizonte y el mañana atravesó 
nuestra puerta, sin previo aviso, devorándonos 
cada instante no reconocido.


Hoy es el “Ahora “que no fuimos capaces 
de imaginar y seguimos esperando en vano,
un amanecer que rozando el labio,
 deje su huella de sangre, sobre un sol
que amamos, temerosos de otra noche 
de incertidumbre.

Escrito en Julio 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.


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