domingo, 20 de julio de 2025

Tú eres ese sueño que anhelaba.

Se mece tu cintura entre mis dedos.
Se quiebra la luna en tus adentros, cuando 
libo de tu boca, el dulce elixir que, del amor 
nace y en mi boca se deshace, llenándome 
de ti.


Navegaba por un caudal de ausencias
y al zozobrar, fuí nadando hacia tu isla.
Bajo el destello de tus ojos, un sol radiante 
doraba mi piel y una caricia de cálida brisa,
se extendió desde tus dedos, hasta mi rostro 
abatido.


He amado tu figura y tu presencia, como 
el cielo ama al mar, cuando besa el horizonte.
Tal vez, sea esa búsqueda infinita, la que hace 
que un anhelo sea la consecuencia de un sueño, 
que se impregna en nuestra realidad,
cuando el amor roza la superficie de nuestra 
existencia y cala hasta lo más profundo 
del alma.


Estoy despertando en ti, reciente 
y maravillosamente real, y aunque parezca 
un sueño, el embrujo nos descubre, que
el amor es posible, después de un naufragio 
en la soledad, hacia un sublime encuentro,
permaneciendo unido a la luz de tu presencia.

Escrito en Julio 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.







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