jueves, 26 de enero de 2023

Daños cerebrales irreparables.

Dentro de tu mente hay volutas
 de humo denso y quedan ensortijados,
tus cabellos y tus neuronas.
Se hacen nudos con los ojos y se deshacen 
piedras entre las nalgas, cuando la necesidad
aprieta, o tal  vez se aprieta por necesidad.


Difícil es cambiar de piel, resulta muy dolorosa 
toda mutación sistemática y quedan cicatrices 
Inequívocas, de todos los cambios sufridos.


La locura te hace perder  la cabeza,
que posteriormente se ha de servir fría
en bandeja de plata.
Algunos orinan en las peceras o en las pilas
bautismales, mientras la cerveza o el licor,
se desbordan por sus afluentes, aceptados
como un fenómeno climático.


Todo  lo orgánico se enreda en los cabellos 
y en las fosas nasales, habitan los incómodos 
inquilinos, que abandonan su guarida 
durante los fríos inviernos.


Para morder el aire, es necesario esconder 
la lengua en las profundidades de la boca 
y no pronunciar palabra, para evitar 
un posterior arrepentimiento,
 quirúrgicamente inducido.

Escrito en Enero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario